Al trapo: pues patines son precisamente lo que necesito ahora mismo, además de una cuerda atada a un burro que vaya tirando de mí, porque de verdad que no puedo dar dos pasos desde que el domingo pasado fuese a echar una partidita de eso que se inventó para que los ejecutivos agresivos descargasen adrenalina a base de tiros, comúnmente llamado paintball. Yo sí que tengo agujetas, pero de las europeas, de las que te dan ganas de meterte en un carro de la compra y que te tiren escaleras abajo a la hora de salir a la calle, por Dios que funcione el ascensor...
A la cocina, por favor
En un contexto de sarna con gusto no pica, las agujetas son lo más parecido a los michelines, las lorzas, los flotadores, la capita de grasa de cerdita que te proteje el perímetro de la cintura pues, de la misma manera que mientras te atiborras de chocolate eres consciente de que te arrepentirás sobre la báscula, en el momento en el que cargado con la metralleta arrancas a correr en cuclillas montaña arriba sabes que de alguna manera acabarás pagando la proeza. ¿Quién me iba a decir a mí que me vería reptando tras un arbusto, ataviado con un chaleco de camuflaje que se iría él solito a la lavadora si tuviera patas y con la cara embadurnada de algo que es cualquier cosa menos hipoalergénico?
Las dos horitas de alborozo entre yerbajos y matojos mientras muy amistosamente nos disparábamos los unos a los otros por la espalda pasaron volando (gracias Saritísima por aprovechar ese momento en el que me quedé sin balas para mostrarme todo tu aprecio, menos mal que no tenías piedras al alcance, que si no...), pero la gracilidad de mis movimientos de cisne lleva ya cuatro días perjudicada, envidia de
Verás mañana cuando te levantes
Es por todo ello, y porque a mí me place, que hoy, que no me siento flex, tengo diversas propuestas de modalidades de deportes de alto riesgo (para el contrincante) que, sin hacernos perder la verticalidad ni deslomarnos vivos, nos ayudarán a exteriorizar esa faceta beligerante que todos tenemos en nuestro interior, todas ellas con nombres muy british, of course.
A saber:
- Naomi’s patalet: Deporte de alto riesgo consistente en derribar a los miembros del equipo contrario a base de lanzarles Blackberrys. Esta modalidad es ideal para ser practicada tanto en interiores como en exteriores, ya que no es necesario tener cobertura. Existe una variante denominada Russell’s enritation, pensada para ser practicada en interiores, concretamente en recepciones de hoteles de cinco estrellas.
- Britney’s apocalypse: Actividad que se divide en dos partes. Tras correr a tus contrincantes a paraguazos se les revienta las ventanillas del coche. Gana el equipo que más ventanillas rompa, que lo celebra pasando con su propio coche por encima de los pies de los vencidos.
- Wynona’s runaway: Cada equipo debe proteger una bandera a la vez que ha de conseguir robar la del equipo contrario además de sus metralletas, relojes y carteras y hacerle creer al juez que lo haces porque te estás preparando un papel para tu próxima película.
- Amy’s what the hell do you have on your head: te cardas el pelo y esperas a que la gente se muera de asco.
Y ya, sin más preámbulo, les dejo con esta joya musical para que salten de sus sillas y bailen desenfrenadamente o salten por la ventana y acaben con su sufrimiento, pero salten ustedes que pueden.