Tutankamon y compañía
El verano tiene esas cosillas. Tan pronto agonizas por la salmonella como por otra reposición de Verano Azul. Da igual si enciendes el aire acondicionado del coche, porque el volante quema. Da igual si te embadurnas de body milk, after sun o salsa vinagreta, los talones se te agrietarán igual y se te resbalará todo de las manos. Esto, repito, en Navidad no pasa.
Sencilla a la par que elegante
Las rebajas de enero son mil veces mejores. No hay señoras que se matan a codazos por un refajo en las rebajas de julio, estos espectáculos se tienen que dar con el abrigo puesto y el bolso colgando, porque con chanclas se pierde dramatismo. En invierno damos la bienvenida al año nuevo con promesas del estilo “me pongo a dieta pero ya, en cuanto me acabe todos los turrones que quedan en la despensa” o “dejo de fumar ya mismo, después de la juerga de fin de año, o de los exámenes parciales, o del banquete de la comunión de mi sobrina”, pero en verano el toro nos ha pillado por sorpresa y nos ha levantado por los aires de una corná, con los michelines puestos.
Operación Bikini
Echo de menos el invierno, a Belén Esteban dando las campanadas de año nuevo, los anuncios de juguetes con niños hiperactivos, los discos de villancicos de La Pantoja o Il Divo… también echo de menos ser capaz de escribir algo coherente.
Te leo... No deseperes, ni ceses en tu empeño ;-)
ResponderEliminarYo también me estoy volviendo alérgica al sol, pero con pulpo o sin él, disfruté de lo lindo con la victoria española... te advierto que aquí hace más freso
Me encanta! yo tambien estoy angustiada por el calor de verano, pero en fin.. es lo que ahora me da dinero, que la gente tenga calor y se vaya de vacaciones a la costa.
ResponderEliminarViva...
un beso!